Es muy sencillo, con la nueva Ley de Protección de Datos lo único que tenemos que conseguir es el consentimiento del titular a quien va dirigido ese correo y la forma más sencilla es tener un primer contacto vía teléfono en el que solicitamos autorización para enviarles un correo.

Esto nos puede crear dudas porque si nos da su consentimiento y cuando le enviamos el correo dice: "que NO lo dió", ¿cómo podemos defendernos si tenemos una reclamación interpuesta ante la AGPD?

Se puede dar el caso de que, aun habiendo pedido el consentimiento por teléfono, una vez enviado el correo, nos rechacen y podemos encontrarnos con un cliente enfadado que nos reclame ante la Autoridad de Control, que es el organismo de Protección de Datos de nuestro País.

En España estamos hablando de la AGPD (https://www.aepd.es).

Para dejar rastro de esta llamada es conveniente que hagamos una tabla que contenga la fecha, hora y número de teléfono al que contactamos con el correspondiente check de autorización para envío de correo.

Este documento lo debemos guardar y, en el caso de tener una reclamación por incumplimiento con la LOPD, junto a la factura de teléfono que viene detallada podremos demostrar que hicimos esta gestión.

Con esto, la Agencia Española da por hecho que hemos obtenido dicho consentimiento ya que si nuestra intención era mandar dicha información sí o sí, no habríamos perdido el tiempo en llamar y hacer toda la gestión que hemos hecho con anterioridad al envío de nuestro correo.

Con esto queda claro que sólo podremos enviar correos publicitarios a nuestros clientes o a clientes potenciales con los que hemos tenido un contacto por teléfono y que nos han autorizado a dicho envío.

No todos nuestros clientes están obligados a recibir nuestra publicidad y, por lo tanto, aún teniendo su consentimiento expreso, es importante que en todos los correos que enviamos exista la posibilidad de que se den de baja marcando la casilla de baja.

Ya sabemos cómo actuar ante potenciales clientes a los que queremos que llegue nuestra publicidad, pero algo que también tenemos que tener en cuenta es si este cliente se encuentra registrado en una "lista Robinson".

Actualmente y teniendo en cuenta la privacidad de los datos personales, tenemos la opción de negarnos a recibir comunicaciones comerciales, bien por correo electrónico, por correo ordinario o directamente por teléfono y, para esto, existe la posibilidad de registrar nuestros datos en lo que se denomina Listas Robinson que ayudan al cumplimiento de la Ley de Protección de datos.

Antes de contactar con ese cliente al que le queremos pedir su consentimiento es importante que comprobemos sí está registrado en algún tipo de listado y, si es así, qué opción tiene registrada.

Para más información sobre listas Robinson: https://www.listarobinson.es/

Resumiendo:

QUEDA PROHIBIDO EL ENVÍO DE CORREOS COMERCIALES A AQUELLOS CUYO DATO DE DIRECCIÓN DE CORREO ELECTRÓNICO SE HUBIERA OBTENIDO DE FUENTES ACCESIBLES AL PÚBLICO, DE INTERNET O A TRAVÉS DE LA COMPRA DE UNA BASE DE DATOS A OTRA ENTIDAD, SIN SU AUTORIZACIÓN.

Artículo publicado por Elisa Campoy Soler